23 enero, 2012

ARQUITECTURA COLONIAL EN FILIPINAS (2). INTRAMUROS

Foto cortesía de eazy traveler.
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Camino por las calles de Intramuros y siento una sensación de deja-vu, de deliciosa familiaridad. Me sorprendo cuando una de mis amigas me invita un chicharrón, que me evoca a la comida de mi tierra (aunque aquí esta riquísima corteza de cerdo frita se escribe tsitsaron). El paisaje que me rodea me hace aludir a imágenes coloniales de Arequipa, en Perú, Antigua en Guatemala o México.


Interior de patios y casonas en Intramuros

Iglesia de San Agustín.

No es casual. Intramuros fue fundada sobre la base de un antiguo asentamiento tagalog, en la confluencia de la bahía de Manila y el río Pasig, por Miguel López de Legazpi en 1571, quien había llegado de México a la isla de Cebú, posteriormente enrumbó hacia el norte hasta llegar a este lugar.

Intramuros, Manila. Ver imagen en Google Maps

Intramuros fue la capital de la nueva colonia española de las islas “Felipinas” y fue un punto clave en la ruta comercial entre Asia y América (Manila y Acapulco) que permitió, mediante galeones, que se realizara el sueño de Colón de que España pudiera llegar a las Indias Occidentales. Y si bien EnlaceAmérica se benefició con productos como mangos, seda, papel, los sobres y los mantones de Manila, los filipinos también recibieron una importante influencia latinoamericana, en cuanto a la comida, la religión, el arte, y la arquitectura mestiza (por supuesto, también en el lenguaje. A la plétora de palabras hispanas que se incluyen en el lenguaje filipino moderno, se suman algunas de origen azteca, como nanay –mamá- o tatay –papá).


El nombre de Intramuros me evoca la idea de un sector aislado, protegido de la expansión urbana y que alberga dentro de sí joyas históricas, pero también la idea de protección contra ataques de piratas o invasores (en este caso chinos, holandeses e ingleses).


Restos de baluartes y fortificaciones

Pero lo cierto es que Intramuros también implica una exclusión social, la diferencia a los que estaban dentro de las murallas (blancos y mestizos) de aquellos nativos que vivían en extramuros. Parece ser sin embargo, que a mediados del siglo XIX esa tendencia se había disuelto en una sociedad más inclusiva para ciudadanos de todas las razas y estratos sociales, tal como lo narra un viajero británico de la época.

Filipinas mestizas a finales del siglo XIX

Urbanamente, Intramuros se concibió como una fortificación trapezoidal, en la cuña que forman el mar y el río Pasig (hoy en día los rellenos sobre el mar dificultan esa lectura). En su interior se organiza una trama rectangular, en uno de cuyos extremos se hallaba la plaza mayor, rodeada por los poderes más importantes de la época: la catedral, la gobernación y la cárcel. En ese sentido, Intramuros se asemeja a otras ciudades fortificadas en Hispanoamérica, como Lima, por ejemplo.

Intramuros en 1784.

Intramuros en el siglo XVII, mostrando los alrededores o "extramuros"

Además de la catedral, la ciudad se hallaba salpicada por las torres de otras congregaciones, como Franciscanos, Dominicos y Agustinos.

La Catedral antes de 1945
Vistas de la Catedral

Las calles, como otras ciudades coloniales hispanas, presentan perfiles compactos, sin retiros ni jardines frontales, pero con balcones y arquerías, que fueron cambiando con los años debido a las catástrofes que asolaron la ciudad.



No obstante, al interior las edificaciones se organizan en torno a patios o claustros, que permiten brindar iluminación y ventilación a los ambientes interiores, además de generar un microclima y establecer un espacio social y funcional a las mismas.






Mención aparte merecen las fortificaciones, ejecutadas durante siglos, y las puertas, artísticamente decoradas como en el caso de la Puerta del Parian o la Puerta Real.

Puerta del Parian.

Puerta Real en 1899.



Vídeo de Intramuros en su etapa española
Presionar aquí si no puede ver el vídeo

José Rizal, máximo prócer de la independencia filipina, fue arrestado y fusilado en el fuerte Santiago en Intramuros. Antes de morir, escribió su inmortal poema "Mi Último Adiós".

Intramuros permaneció intacta hasta la colonización de Filipinas por EE.UU. donde se llevó a cabo ensanches de calles y puertas.
El siguiente vídeo muestra los efectos de la modernización durante la colonización norteamericana, que transformó a Manila de un "adormecido pueblo español" a una metrópolis estratégica en Asia, gracias a su renovación urbana, implementación de servicios e infraestructura y desarrollo de la economía. El documental no dice nada, sin embargo, de que la colonización se llevó a cabo luego de una vergonzosa traición de EE.UU. a los Filipinos y que la guerra de la independencia Filipino-Americana le costó a este país entre 200,000 y 1.4 millones de muertos (por eso insisto que siempre hay que escuchar ambos lados de la historia).



Pero no serían los americanos sino los japoneses quienes causarían mayores estragos a Intramuros y a Manila en general. Tras el bombardeo a Pearl Harbour, y como represalia tras la respuesta americana, Japón invadió Filipinas (en realidad era el pretexto que estaban esperando). Manila, que estaba bajo el comando del general Douglas MacArthur, se rindió prontamente para evitar la destrucción de su patrimonio y la pérdida de vidas.

- "¿Piensas dejar Manila, Douglas?"
- "No te preocupes, Carlos. Iré a Australia por un tiempo, pero he de volver."

En la penumbra de la fortaleza, se oculta un soldado japonés.

En los 3 años y medio que duró la brutal ocupación nipona se produjeron entre 1 y 2 millones de muertos filipinos. En su batalla final contra los norteamericanos (quienes, en una de esas vueltas que da la historia, se volvieron los libertadores de los filipinos), los japoneses no dudaron en pasar por la bayoneta a la población local, incluso a niños y mujeres embarazadas, y de incendiar Manila durante retirada.


Nota:Este vídeo histórico contiene escenas que pueden ser impactar la susceptibilidad de algunos lectores.

Como consecuencia de ello y del fuego cruzado entre ambos bandos, Intramuros quedó devastada y todas sus estructuras destruidas, a excepción de la Iglesia de San Agustín. Sólo en la batalla de Manila más de 100,000 civiles filipinos perdieron la vida.


- "Eso es igual a las muertes por las bombas en Hiroshima y Nagasaki" me dice un viejo guía en una comparación terrible y un tanto inexacta, pero que refleja el profundo dolor de aquella experiencia que vivió en carne propia y que le ha acompañado toda la vida.

Intramuros, Manila en 1932, antes de su destrucción en 1945

Foto cortesía de DebraEve

Hoy, se ha reconstruido gran parte de esta ciudadela (que, dicho sea de paso, ha contado con la cooperación española, norteamericana y japonesa) aunque es una de los monumentos en la lista de patrimonio en peligro por la UNESCO. Intramuros no es un memorial deprimente, trágico, como lo es, por ejemplo, la Isla del Corregidor. Por el contrario, derrocha alegría, festividad y frenesí, y mientras algunos extranjeros juegan golf en el campo que rodea al monumento, muchos otros expresan en su bullicioso y extrovertido carácter un optimismo por tiempos mejores. Soy consciente, sin embargo que este lugar no es meramente histórico, es un símbolo de la tenacidad y el sacrificio filipinos por conseguir su independencia, que finalmente lograron en 1946.


17 enero, 2012

ARQUITECTURA COLONIAL EN FILIPINAS (1).


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Filipinas es un país atípico en Asia, por su cultura, su comida, su religión y por supuesto, su patrimonio arquitectónico. Al estar allí me sentí más cerca de Latinoamérica que del Sudeste Asiático donde se halla geográficamente inmersa, y es que el paisaje tradicional filipino dista mucho de construcciones budistas hechas de madera de techos inclinados y grandes aleros, como se puede ver desde Taiwán hasta Corea, desde Tailandia hasta Japón.

El rico patrimonio mestizo tropical de las Filipinas, que alberga numerosas joyas artísticas y arquitectónicas de valor universal, devino por un lado de la ingeniosa originalidad de los filipinos al innovar en estilos y sistemas constructivos basados en los materiales disponibles en su medio, y por el otro de la inefable huella que la conquista española dejó por más de 3 siglos en este archipiélago. Lo más curioso, sin embargo, es que aquella influencia arquitectónica colonial en no provino directamente de la península ibérica (a la cual los barcos tardaban dos años en llegar), sino más bien desde las colonias americanas, particularmente desde México y en menor grado, Perú.

Las siguientes entradas explorarán algunos rasgos y ejemplos notables de la arquitectura colonial filipina, vista desde los ojos de un latinoamericano, esperando que pueda servir de interés y referencia para la discusión sobre las culturas de influencia hispánica. Esta primera entrega incluye una introducción a las características principales de la arquitectura colonial filipina y dos ejemplos de iglesias singulares en Asia.

Casa colonial en Bohol

CARACTERÍSTICAS DE LA ARQUITECTURA FILIPINA

La cruz junto a la espada regiría el destino de este pueblo por 400 años. Misioneros de diferentes congregaciones se dieron a la tarea de edificar templos, monasterios y conventos. No obstante, hay algunas características que peculiarizan este proceso:

Claustro del Convento Santo Niño, Cebú
Foto cortesía de Pierre Marius


1) Vínculo indirecto con España: La lejanía con el país ibérico motivó que la colonización de Filipinas se realice desde Norte y Sudamérica.
2) Mestizaje arquitectónico. Los nativos, eran diestros en el arte de construir con bambú y madera, pero no conocían el uso de la piedra. A tal efecto, fueron convocados constructores chinos e inclusive musulmanes, notándose influencias árabes en algunas iglesias en Cebú y Manila, utilizando materiales nativos, como el coral e ideando técnicas constructivas para contrarrestar el embate de tifones y terremotos.
3) Juxtaposición de estilos. Dados los escasos recursos, y ante el devenir de calamidades, los edificios no eran derruidos sino reconstruidos sobre sus cimientos o paredes.

Iglesia en Ilocos

CEBÚ Y LA PRIMERA IGLESIA DE ASIA

Antecedentes

Con influencias malayas, indonesias y chinas, los indígenas de este archipiélago tuvieron un primer contacto con occidente al desembarcar en estas costas Fernando de Magallanes, durante su expedición alrededor del mundo. Desde niño había escuchado la historia del valiente navegante portugués, que no pudo completar su circunvalación al mundo debido a que fue asesinado por unos salvajes en la isla de Cebú.


Esta vez, sin embargo, escuché la versión filipina (es siempre interesante escuchar ambos lados de una historia), la del valiente jefe Lapu Lapu quien en 1521 enfrentó a los invasores que habían reclamado sus tierras en nombre del rey de España, convirtiéndose por tanto en el primer héroe filipino.

Estatua de Lapu Lapu en Manila

Pero antes de aquella escaramuza, los españoles habían sido amablemente recibidos por los nativos y es más, habían llegado a realizar la primera misa en la historia de Asia, en torno a una cruz que plantó el propio Magallanes (hoy los filipinos conmemoran la introducción del Cristanismo al archipiélago con la llamada “Cruz de Magallanes”, que marca el lugar de aquella primera ceremonia).

Alegoría a aquella cruz que el navegante hendió y a la primera misa celebrada en este territorio.

Fue allí que al conquistador se le ocurrió que debía evangelizar a como dé lugar a los habitantes de estas tierras, comenzando por sus gobernantes, el Rajá Hubanon y su esposa. A éstos les regaló una imagen del Niño Jesús, llamada Santo Niño. Luego intentó convertir al rival de Hubanon, Lapu Lapu, y al negarse éste decidió atacarlo. Mala idea. Magallanes y su grupo fueron masacrados y la imagen religiosa tomada como trofeo.


Cuando 43 años más tarde López de Legazpi llegando de México inició la conquista del archipiélago (bautizándolo como las “Islas Felipinas” en honor al rey Felipe II), encontró la imagen de Santo Niño, algo deteriorada, pero venerada por los nativos como una deidad local. Ese fue el inicio de la ciudad de Cebú, de la colonización de Filipinas, de la evangelización del Asia y de la la iglesia y convento de Santo Niño.

Muchacha filipina cargando una imagen de Santo Niño, el icono religioso del país.
Foto cortesía de Víctor Bautista.

La iglesia original fue fundada por un padre agustino, Andrés de Urdaneta en 1565 y era simplemente hecha de barro, madera y paja. Tras sucesivos incendios y terremotos la iglesia actual fue hecha en piedra blanca, entre 1734 y 1739.


El conjunto de Santo Niño consta de la iglesia y el convento. La entrada se da por el lado más largo del edificio, algo que difiere de la mayoría de iglesias . Esta circunstancia le da una mayor presencia a su fachada, que puede observarse desde un espacio que la antecede.


Tal como apunta el Padre Pedro G. Galende, en su detallado compendio "Ángeles de Piedra. Iglesias Agustinas en las Filipinas".


La fachada de la iglesia de Santo Niño representa una mezcla de elementos musulmanes, románicos y neo clásicos, todos ellos dispuestos describiendo un alto grado de integración.
La fachada, siguiendo un patrón clásico, está dividida en dos niveles. Columnas llanas dividen cada nivel en tres segmentos. El campanario sirve como contrapeso al convento localizado en el extremo opuesto. Un pedimento triangular corona la sólida, pero no masiva fachada.


El centro de atención se da en la sección central. El arco en forma de trébol en la entrada principal se equilibra por los poco profundos nichos rectangulares laterales que contienen estatuas. La composición vertical es replicada en el pequeño diseño del segundo nivel sobre la cornisa, arco trebolado, el pedimento y el ornamento a los costados a manera de voluta, una fachada dentro de otra fachada. Un pedimento doble corona la fachada.


Los nichos rectangulares del nivel inferior están contrapesados por ventanas de arcos semicirculares del segundo nivel.
El campanario presenta dos ventanas ciegas y abiertas alternadas, culminando en pináculos triangulares con un disco circular coronado por balaustras y una cúpula bulbosa de influencia musulmana.


Foto cortesía de ronrag.

La fachada se preserva en la textura y color natural de su piedra original. Transmite un aire de simplicidad y elegancia, las líneas están prolijamente dibujadas y las columnas proyectadas se mantienen poco profundas. El grácil arco en trébol, los dignos ornamentos y la perspectiva plana crean un sentido de serenidad y elegancia".

Interior de la Iglesia

Además de su valor histórico, este espacio tiene un alto valor simbólico y es el centro de las celebraciones y peregrinajes más importante del país.

La celebración de Santo Niño es la más importante del país.
Foto cortesía de Jessle Cuizon.


SAN SEBASTIÁN, LA ÚNICA IGLESIA DE METAL EN ASIA.


an Sebastián, Manila. Iglesia recoleta ensamblada en acero.

En las postrimerías de la etapa colonial, en 1891, se erigió en Manila la Basílica de San Sebastián, construida en estilo neogótico y notable por ser la única iglesia construida en acero y metal en el Asia, aunque hay quienes la consideran única en el mundo. Por este motivo, se halla en la lista tentativa de la UNESCO.

La primera iglesia erigida en este lugar fue construida en el siglo XVII, hecha de madera e incendiada en 1651. Posteriormente se hizo una estructura de ladrillo que fue destruidas por el terremoto de 1859.


Esta basílica no tiene un atrio o una plaza que la antecede como en otros casos de iglesias coloniales. Sin embargo, se ubica en un nodo importante y su estatura le permite tener una presencia notable en el perfil urbano.


Lo peculiar de esta iglesia es que fue diseñada por la compañía de Gustave Eiffel en Francia y los elementos de acero fueron fabricados en Binche Bélgica. Incluso los ventanales fueron importados de Alemania, de la Compañía Henri Oidtmann. Los elementos fueron ensamblados en tan sólo dos años, entre 1888 y 1890. Finalmente fue inaugurada en 1891.


La iglesia de San Sebastián durante su construcción. Revista de Obras Púbicas. 1897.


La fachada presenta dos torres simétricamente compuestas que flanquean el acceso principal, el cual se halla remarcado por un rosetón central.


En el crucero se ubica un cimborrio octogonal que permite el ingreso de luz al interior de la iglesia.

Foto cortesía de Sinchibukai.
Foto cortesía de steadfast.

La iglesia es una de las pocas estructuras que sobrevivió intacta a la batalla de Manila.

Manila devastada por los japoneses en 1945. Foto cortesía de John T. Pilot.


Sin embargo, San Sebastián quedó intacta. Foto cortesía de Debra Eve.

Pienso que, a diferencia de otras iglesias filipinas, San Sebastián presenta un diseño europeo, que fue trasportado y erigido en otro continente. Es, sin embargo, un ejemplo único de una tecnología particular que simbolizaba la apuesta por la tecnología y la economía sin renunciar a los valores estéticos de una época.

VER TAMBIÉN

- ARQUITECTURA COLONIAL ESPAÑOLA